El servicio es horriblemente malo. La última vez que fui tardaron más de 10 minutos en decirme qué tapas había, luego más de 15 en traer una de raxo y encima sin cubiertos... otros 5 para un tenedor.
Tarde, mal y borde. Media hora de reloj esperando por un raxo, demasiada cantidad, duro y 9 euros?? Avisas de celiacos y les traen pan tostado dentro del plato. Yo... No vuelvo.
Pero es normal que haya tanta opinión favorable, mucha de la gente que va se ve que se conforma con cerveza en cantidad industrial. Realmente es un lugar lleno de garrulos aburguesados.
Ah, y se me olvidó comentar el borderío con el que atienden los camareros, malas formas, desaparecen antes de terminar de pedir... te fulminan con la mirada si pides algo.