Lo pésimo: el servicio me ha decepcionado ya dos veces, me quieren dar de comer lo que ellos quieren. Lo bueno: los noodles son muy buenos al igual que el parque de mantequilla. No creo volver.
El café frío y mala atención, aunque buena vista de los siguientes niveles pero tampoco es lo mejor que hay. Ojalá se fijaran en la atención al público.
De todos los lugares donde he estado aquí tienen el servicio más lento; 2 horas para poder comerme un panini y un plato de ramen! Los meseros prácticamente están de adorno y tuve que pagar en caja!👎
El concepto es interesante y sus sabores son bastante buenos (aunque algunos son de gusto adquirido); aún así es MUY caro para lo que es. No vale la pena el hype