Es un lugar hermoso, tranquilo para sumergirte y disfrutar el ambiente de este pueblo mágico. La regadera con agua caliente es vigorizante sobre todo en los días de frío.
Un poco costoso. Mucho de lo que se paga es la vista. La mejor habitación es la suite, que tiene ventanales hacia la peña. Las terrazas son agradables y tienen bonita vista también.
Pésimo servicio llevo esperando 50 min mi desayuno y aún no lo traen, es más acaba de pedirlo el mesero a la cocina. En apariencia se ve súper bien pero no vengas si tienes hambre, poco tiempo.