Local con mucho encanto, la comida exquisita y un servicio muy atento. Recomendable para cenas románticas. Imprescindible probar el pulpo a la brasa y el jamón ibérico sin olvidarse del ajoarriero
Vinimos bastante cuando lo abrieron y tenía muy buena pinta, pero las últimas veces hemos visto cambiar de personal 3 veces (cocina y servicio). La carta es la misma, pero la comida ahora es fatal :(
Comida floja.El tabulé horrible, solo pimiento a montón y sémola pasada de cocción. La tosta de "anchoa" (?) un timo. Carta de vinos pobre. Sólo se salvan las patatasestilobravas.