Los tacos son un must para probar en CDMX. El campechano su más distinguido. Pide unos frijoles puercos de entrada. Servicio amable pero les toma tiempo empezar a ser amables.
La fórmula q funciona en la sede original, aquí parece ya desgastada y cansada. El local no invita a quedarse, ni a "copear". Los tacos bien, esos sí son exactamente iguales.
Salados, el lugar tiene cucarachas y te los sirven al revés, si no se llamarán "villamelón" la hipsterisa y borregada no los mamarían tanto, sobrevalorados y malos !!!